El futuro Gobierno de la Comunidad de Madrid depende de Eduardo Tamayo (44 años, licenciado en Derecho y número 13 de la candidatura socialista a la Asamblea de Madrid) y María Teresa Sáez (53 años, graduada social y número 46 de la lista). Los que han traicionado la disciplina de grupo son dos diputados socialistas cuya trayectoria en el Parlamento ha sido poco relevante y la víctima de su rebelión es Rafael Simancas, el secretario general de la Federación Socialista Madrileña, que ahora ve más lejos la presidencia regional.
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La legislatura todavía no se ha iniciado y en la misma constitución del nuevo Parlamento regional, un acto protocolario con todo planificado, dos parlamentarios socialistas prefirieron huir a la calle en lugar de tomar posesión de su escaño en el salón de plenos. Estos dos diputados electos -la Asamblea de Madrid tiene 111- decidirán con su voto si la Comunidad tiene un presidente socialista, Rafael Simancas, una presidenta del PP, Esperanza Aguirre, o incluso unas elecciones anticipadas en dos meses ante la imposibilidad de que ninguno de los dos candidatos logre los votos necesarios.
Antes de 22 días, la presidenta del Parlamento, Concepción Dancausa (PP), deberá convocar el pleno donde uno de los portavoces se someterá al veredicto de los diputados para su investidura. El PP tiene 55 diputados, mientras IU y PSOE suman 56, aunque hay dos parlamentarios socialistas, Tamayo y Sáez, cuyo voto es imprevisible después de su espantada de ayer, que dejó en manos de los populares la presidencia de la Asamblea de Madrid. Las posibilidades son las que siguen:
NUEVA AUSENCIA
Un pleno con 109 diputados
Los diputados Tamayo y Sáez no acudieron ayer a tomar posesión de su escaño. Si en la próxima sesión, la primera de investidura, los dos parlamentarios socialistas vuelven a ausentarse, el pleno comenzará con 109 diputados en la Cámara, 55 del PP y 54 de la suma de IU y PSOE. Si la candidata es Esperanza Aguirre, defenderá su programa de gobierno y, un día después, los grupos socialista e IU contestarán en pleno. Se producirá una votación en la que Esperanza Aguirre no podrá alcanzar la mayoría absoluta (56 diputados) por lo que se suspenderá el pleno y se convocará otro nuevo 48 horas después. En este caso, la candidata Aguirre sólo necesita un voto más a favor que en contra. Y si los dos diputados socialistas siguen sin comparecer, el PP tiene un voto más (55) que los que suman los socialistas e Izquierda Unida (54).
LA ABSTENCIÓN
Aguirre, presidenta
La abstención de los diputados Tamayo y Sáez en las próximas sesiones de investidura garantizarían la presidencia a Esperanza Aguirre, candidata del PP, que sumaría 55 votos frente a los 54 de IU y PSOE y las dos abstenciones de Tamayo y Sáez. En ese caso, Aguirre podría convocar elecciones anticipadas si lo desea el próximo año.
Algunos dirigentes del PP mantienen que un Gobierno de cuatro años dependiendo en cada votación de los deseos de dos diputados socialistas pasados al Grupo Mixto sería insoportable. Y aportan una solución: "Si alguno de los diputados del PP no vota a Esperanza Aguirre, la candidatura decae y hay que convocar elecciones anticipadas en dos meses, donde nuestra victoria es segura. Además, gobernar con el apoyo de dos tránsfugas no es lo más aconsejable".
El PSOE y el Partido Popular suscribieron hace algunos años un acuerdo sobre un código de conducta política en relación con el transfuguismo en las corporaciones locales que establece lo siguiente:
- Los partidos políticos que suscriben los acuerdos se comprometen a rechazar y no admitir en su grupo político a un concejal integrado en la candidatura de otra formación, mientras mantenga el cargo conseguido en su partido original.
- Asimismo, se comprometen a impedir la utilización de tránsfugas para constituir, mantener o cambiar las mayorías de gobierno de las instituciones públicas, a no apoyar ninguna iniciativa que provenga de los mismos, y a desincentivar el transfuguismo político a través de la adopción de medidas disuasorias de carácter económico, reglamentario y protocolario.
VOTO PARA SIMANCAS
Pendientes de ellos
Si los diputados Tamayo y Sáez acuden a tomar posesión de su escaño y votan a favor de la candidatura de Rafael Simancas, el PSOE podrá gobernar la Comunidad de Madrid. A partir de ese momento, cada nueva ley y cada presupuesto regional deberá contar con el apoyo de los dos diputados díscolos para evitar que la oposición de los 55 diputados populares tumben todas las iniciativas parlamentarias de los socialistas. El futuro de la Comunidad depende de Tamayo y Sáez.
Esta situación rocambolesca no es insólita en el Parlamento regional. Hace 14 años, en 1989, los grupos del PP y del CDS presentaron una moción de censura contra el socialista Joaquín Leguina para hacer presidente al candidato popular, Alberto Ruiz-Gallardón.
En las filas del Grupo Parlamentario Popular se habían producido dos deserciones de los diputados José Luis Ortiz y Nicolás Piñeiro, que fundaron el Partido Regionalista Independiente de Madrid (PRIM) y de cuyos votos dependía el éxito o el fracaso de la iniciativa.
Ortiz volvió a la disciplina del PP pero Piñeiro votó abstención y la moción de censura no prosperó. Leguina siguió al frente de la presidencia regional y Ruiz-Gallardón tuvo que esperar otros seis años para lograr su objetivo. Aquellos dos diputados, fugados del PP, mantuvieron en vilo durante varios meses al Gobierno de Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de junio de 2003