Los recientes acuerdos entre el Gobierno de Israel y la Autoridad Palestina nos había dado esperanzas a todos los que creemos que la paz es posible en Oriente Próximo, pero los recientes atentados, así como la fuerte oposición interna a la que se enfrentan tanto Sharon como Mazen, me hacen pensar que la paz está muy lejos. Un acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina es necesario pero no suficiente porque ninguno de los dos puede controlar a sus elementos más radicales. Por ello, los acuerdos, para ser efectivos, deben ir acompañados de una intervención directa de la comunidad internacional para dotar de medios a ambas partes para lograr desmantelar a los grupos violentos de ambas facciones que se oponen al plan de paz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de junio de 2003