El elevado número de cartas que los brasileños envían a la Presidencia de su país tiene en aprietos al Gobierno desde que el socialista Luiz Inácio Lula da Silva asumió su mandato, en enero pasado, según la prensa local. En sus primeros cinco meses de gestión presidencial recibió 39.446 cartas y 23.168 correos electrónicos. La avalancha de cartas obligó al palacio presidencial de Planalto a doblar, de 8 a 16, el número de funcionarios encargados de leer la correspondencia. Lula recibe un promedio de 8.000 cartas mensuales y el flujo crece cada mes. Según el director de Documentación Histórica de la Presidencia, Claudio Soares Rocha, el anterior gobernante brasileño, Fernando Henrique Cardoso (1995-2001), recibía un promedio de 2.600 cartas mensuales. Casi la mitad de las cartas recibidas por el mandatario son peticiones, sobre todo de empleos o de una intervención para que acelere procesos de jubilación. Pero también llegan cartas con recomendaciones médicas para que el presidente se trate la bursitis que le aqueja en un hombro o dietas que lo ayuden en su propósito de adelgazar. Según Soares Rocha, toda la correspondencia es cuidadosamente leída y respondida, pero sólo unas pocas cartas llegan a las manos de Lula.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003