Ironías de la historia. Las autoridades norteamericanas en Irak han empezado a imprimir millones de billetes de 250 dinares con la cara de Sadam Husein ante la angustiosa falta de liquidez de los iraquíes. El propio Paul Bremer, el diplomático estadounidense que encabeza la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA), parecía estar oyendo las carcajadas del dictador, esté muerto o escondido, cuando anunció la medida: "Es la mejor solución aunque suponga imprimir billetes con la imagen de Sadam". Y añadió: "No es una broma". Hace tan sólo un mes había prohibido toda clase de carteles con el rostro del ex presidente.
La cotización en la calle del dinar es una montaña rusa que desconcierta al más pintado. Los cambistas ponen su tenderete con enormes fajos de billetes de 250, un papelucho de color violáceo con un retrato de Sadam con cara de buena persona, en las glorietas y los automovilistas les gritan al pasar a cuánto está el dólar. Pues entre 1.250 y 1.500 dinares, según el día y la zona. Dada esa paridad, ya se dice que "seis sadams" son un dólar.
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La prensa iraquí informaba ayer de que los norteamericanos tienen intención de imprimir 600.000 millones de dinares, unos 400 millones de dólares, en esos billetes pequeños. La escasez se debe también a la absoluta falta de confianza de los iraquíes hacia el billete de 10.000 dinares. Este billete apareció pocos meses antes de la guerra y fue el principal botín de los salteadores de bancos durante las semanas de pillaje nada más acabar la guerra. Desde entonces se ha falsificado a porrillo. Hasta el punto de que el ayatolá chií Alí Sistani dictó entonces una fetua prohibiendo su uso por tratarse de dinero robado. Ahora los bancos están retirándolos poco a poco de la circulación, pero sólo se pueden cambiar cinco billetes de esa cantidad al día. En el mercado negro pierden el 30% de su valor.
El desbarajuste monetario se agrava con la entrada masiva de dólares y las especulaciones sobre la aparición de una nueva moneda. Incluso hay quien atesoró durante estos meses el llamado "dinar suizo", el billete emitido antes de la guerra de 1991 y que no lleva impresa la cara de Sadam con la esperanza de que fuese resucitado por los norteamericanos. El "dinar suizo" se imprime en Europa y está en vigor en la zona kurda, al norte. Se cambia a 3,8 dinares el dólar.
La intención de EE UU era diseñar un nuevo billete cuando se hubiera constituido una nueva autoridad iraquí de transición y así lo manifestó el gobernador del Banco Central de Irak, Falih Daud Salmán, el pasado sábado cuando la entidad volvió abrir sus puertas: "Está claro que es necesario establecer una nueva moneda, pero dependerá del Gobierno que se establezca, de que tenga garantías legales y del cambio con otras divisas". Como el proceso político va despacio, Bremer parece haber decidido hacer de tripas corazón y tratar de reactivar la economía del país aunque sea a costa de darle una última satisfacción a Sadam.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003