Agentes de la comisaría de Latina y de la Brigada de Extranjería han detenido a una inmigrante china, Guangquin Ch., de 33 años, acusada de regentar un taller de confección donde explotaba a seis compatriotas. Los operarios eran sometidos a jornadas laborales de 18 horas, en un local que tenía condiciones infrahumanas, según informó la Jefatura Superior de Policía.
El local se encontraba en el número 5 de la calle de Antonio Zamora. Los trabajadores eran captados en China y, una vez en España, la organización los trasladaba a pequeños locales que no estaban acondicionados para ese fin. Allí trabajaban durante jornadas superiores a 18 horas y eran obligados a comer en el mismo lugar de trabajo.
Los agentes desarticularon el taller a principios de esta semana, junto con un inspector de la Delegación Provincial de Trabajo y policías municipales de la capital. Los investigadores hallaron a la empresaria y a seis trabajadores. Dos de las inmigrantes intentaron aprovechar su parecido físico y engañar a los agentes haciéndose pasar por ciudadanos chinos legales. La perspicacia de los agentes frustró este intento. Fueron acusadas de usurpación de estado civil. La cabecilla y estas dos empleadas han pasado a disposición judicial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003