En La Primera han emitido el martes un interesante programa de divulgación científica: La evolución de la especie. Entre otras escenas se ven grupos de homínidos surcando montañas, estepas, con escaso contacto unos con otros, tal era lo vasto del espacio en que vivían.
El programa se interrumpe para dar paso a los anuncios: en el primero de ellos, una chica en un apartamento de un rascacielos nos invita a comprar un aparato para poder respirar aire limpio e ionizado.
Para la reflexión: 100.000 años después de aquellos homínidos habrá habido (muchos) avances, pero ¿no es chocante?: nosotros, sus descendientes, pasamos la mitad de nuestras vidas trabajando para pagar unos pocos metros cuadrados donde poder descansar (los privilegiados, claro), y encontramos normal comprar aparatos para respirar aire limpio. Perdón si he reflexionado demasiado, a veces hay ventanitas por donde escapar a la anestesia general; el sistema no es perfecto todavía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003