Los homosexuales de la provincia canadiense de Ontario (donde se sitúa Toronto) han obtenido el derecho a casarse tras una decisión de la justicia que derriba la legislación matrimonial, vigente desde la época victoriana. El Tribunal de Apelación de Ontario sentenció el martes que la normativa vigente, que excluye los matrimonios homosexuales, viola la Constitución de 1982.
Otros dos tribunales provinciales, uno de Quebec y otro de la Columbia Británica, habían llegado a la misma conclusión sobre la ley inspirada en una sentencia británica de 1866 que definió el matrimonio como "la unión legal y voluntaria de un hombre y una mujer con exclusión de cualquier otro". Sin embargo, la corte de Ontario ha dado un paso más al definir el matrimonio como la unión "de dos personas". Al conocerse la decisión, una pareja de gays se presentó en el Ayuntamiento de Toronto para que se les reconocieran sus más de veinte años de vida en común.
El ministro canadiense de Justicia, Martin Cauchon, dijo que el Gobierno debe reaccionar rápidamente", pero no matizó si el Ejecutivo iba a cambiar la ley nacional o a recurrir la decisión de Ontario ante el Tribunal Supremo. Dos provincias, Quebec y Nueva Escocia autorizaban ya las "uniones civiles" de gays.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003