La Muestra Internacional de Filmes de Mujeres de Barcelona celebra esta semana su 11ª edición. Una edición continuista que tiene su columna vertebral en la sección Indispuestas y políticas, una reivindicación del compromiso político que tiene el cine hecho por mujeres y el propio festival, según sus organizadoras. "Esta muestra sólo se entiende si se tiene en cuenta que tras ella hay un discurso ideológico: la defensa del feminismo. No hay que avergonzarse de ello", dice Anna Solà, codirectora.
El trabajo documental Carlo Giuliani, ragazzo, realizado por Francesca Comencini, se inserta en esta sección, que incluye Rachida, de la argelina Yamina Bachir-Chouki, y Mein Leben Teil 2, de Angelika Levi. Naomi Kawase y la barcelonesa Núria Olivé Bellés son las figuras elegidas para las retrospectivas de un festival que vuelve a dedicar sesiones especiales a Chantal Akerman y Ulrike Ottinger. La realizadora brasileña Suzana Amaral
ha visitado el festival, al igual que Isabel Coixet, que el miércoles presentó el documental 10 años con Tamaia dentro de un programa especial dedicado a la violencia contra las mujeres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de junio de 2003