Bajo el título Novicias literarias se estableció un debate el miércoles en el Pabellón de las Tres Culturas entre tres escritoras que acaban de publicar su primera novela. Un coloquio con la otra cara de la literatura, la que está por consumarse. Tres voces diferentes -Ana Pérez Cañamares, Alicia de la Fuente y Cristina Cerrada- que parecían una sola al contestar. Para todas, el verdadero placer está en escribir, no en publicar, y se muestran indiferentes ante las ventas. "Desde nuestra posición, es malo que los libros sean un negocio. Una vez que has escrito el libro te es ajeno y te da igual que se venda o no", afirmó Cristina Cerrada, ganadora con su obra de cuentos Noctámbulos del IV Premio de Narrativa Casa de América que publica Lengua de Trapo. "Noctámbulos recopila 16 relatos en los que los protagonistas viven un momento crítico en el que tienen que elegir algo y no pueden por las circunstancias", siguió.
Para Ana Pérez Cañamares, autora de En días idénticos a nubes (Mileto), su libro de relatos "da una visión de la adolescencia a 20 años vista con dolor, nostalgia y rabia". "Porque la adolescencia es un tiempo mítico, en el que se asientan las bases de muchas cosas, en el que se cierran amistades y compromisos", subrayó la escritora, que, como Cerrada, da clase en un taller de escritura. Alicia de la Fuente presentó Casandra (Entre Líneas): "En mi libro hay una historia de amor de dos mujeres. Sobre el amor está todo escrito, pero se puede hacer de distintas maneras y eso es lo que he pretendido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de junio de 2003