Muchas gracias Sr. Serna por ese pequeño homenaje a una lengua que está en estos momentos en vías de extinción en nuestro sistema educativo. En efecto nuestra administración educativa ha decidido que no tiene ningún interés que los alumnos de los institutos de la Comunidad Valenciana estudien "esa lengua de la que nos vinieron las primeras luces y la ilustración hace más de dos siglos", la lengua de nuestros vecinos, de nuestro principal cliente, hablada por más de 150 millones de personas y en más de 50 países en el mundo.
Si la presión social no consigue evitarlo, a partir del próximo curso escolar nuestro sistema educativo dará un importante paso atrás y en pleno siglo XXI se reducirá la oferta, ya muy pobre, de lenguas extranjeras en los centros públicos. Para ello, en estos últimos meses, probos funcionarios de nuestra administración educativa, siguiendo las órdenes del Illmo Sr. Conseller de Educación y Cultura y de Directores Generales, se afanan en reducir las puestos de profesores de francés en todos los institutos de la Comunidad. ¡Qué gran ahorro! Parece ser que han conseguido ya reducirnos a la mitad. Pero la educación, es una inversión, otros países lo saben y desde hace años introducen el estudio de otras lenguas en sus leyes educativas y favorecen el plurilingüismo y la diversidad lingüística y cultural. Así responden a los retos del futuro.
Mi opinión, como la suya y como la de tantos otros, es que el panorama de la política educativa del gobierno autónomo es tristísimo, desolador.
Así que mañana puede que mis alumnos oigan hablar por primera vez de un tal Jean François Revel...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de junio de 2003