Los avances continúan prodigándose en los mercados de valores a pesar de que los datos y las perspectivas económicas empeoran a cada día que pasa, al menos en Europa.
El BCE ha revisado a la baja el crecimiento de la eurozona para este año y afirma que la recuperación no se producirá hasta el año próximo, mientras que un instituto económico alemán afirma que el país ya está en recesión, tras prever un descenso del 0,1% en el PIB en el segundo trimestre y, en Francia, la producción industrial descendió en abril el 0,8%.
Con un panorama económico tan poco halagüeño a medio plazo, los índices de las bolsas han conquistado nuevos máximos anuales, ampliando la brecha entre la altura de las cotizaciones y la situación de la economía real.
En esta sesión las bolsas europeas abrieron al alza aprovechando la inercia del cierre del miércoles en Wall Street y, aunque no tenían nada que celebrar, los inversores mantuvieron ese ambiente alcista hasta que, precisamente Wall Street, puso un toque de volatilidad y despertó el miedo a una nueva retirada de beneficios.
El Ibex 35 ganó ayer el 0,85% y cerró en 6.894,10 puntos, el segundo máximo anual consecutivo y en un nivel desconocido desde primeros de julio del año pasado. El índice general de la Bolsa de Madrid también marcó nuevo máximo anual en 714,99 tras subir el 0,99%. La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 1.983,02 millones de euros, con baja actividad institucional.
En el caso español está justificado cierto ajuste en las cotizaciones por la comparación de resultados anuales de sus grandes valores y porque hay un margen de crecimiento respecto de los países del entorno, pero fue esta bolsa una de las que menos subió entre las de la eurozona. París ganaba el 0,97% al final de la sesión y Francfort el 1,46% minutos antes del cierre, mientras que Londres subió el 0,27%.
La Bolsa de Nueva York mantenía posiciones a media sesión en medio de grandes altibajos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de junio de 2003