En relación al acoso moral en el trabajo del que se hacen eco los medios de comunicación, reflejando los abusos humillantes a los que someten algunos jefes a sus subordinados, quiero hacer hincapié en esa otra gente que sin ser jefes ejercen ese mismo desprecio sobre los de su entorno. Por eso, hago una llamada para evitar e ignorar a estos seres, cuyo objetivo en esta vida es la de hacer gratuitamente la vida imposible a los demás.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de junio de 2003