Estudio de C. Peronace. La Scachiera, 1953.
Las negras disponen de un peón de ventaja, de modo que la primera impresión es de que todo debe terminar en un empate, y que si alguien gana, serán las negras. La solución muestra la potencia de la dama centralizada, como bien señala René Mayer en su libro El cuadrado mágico: 1 De5 j., De7 (forzada; si 1... Rf8 / 2 Dh8 j., Re7 / 3 Dd8 mate) / 2 Dh8 j., Df8 y ahora parece que las blancas no tienen más que tablas; pero la siguiente y notable jugada cambia drásticamente el decorado: 3 Dd4! (dado que la dama representa claramente la femineidad, uno, al ver esta posición, no puede dejar de acordarse del filme de Woody Allen: Poderosa Afrodita. Desde esta atalaya central la soberana blanca fuerza la victoria, y es notable la incapacidad de la dama negra para evitar la catástrofe de su bando) 3... De7 (se amenazaba 4 Dd8 mate, y si 3... Re7 j. / 4 Rc7 y las negras están perdidas: se amenaza 4 Dd6 j. y mate, y si 4... De8 / 5 Dd6 mate; si 4... f6 / 5 Dd7 mate, y si 4... Da8 / 5 De5 j. Rf8 / 6 Dh8 j., etcétera) / 4 f6! (oportuno golpe de la infantería) 4... De6 j. / 5 Rc7 (las negras tienen la mano, pero no disponen de ningún jaque ni son capaces de evitar el mate, que se amenaza con 6 Dd8) 5... Rf8 (vano intento de escapar a lo inevitable) / 6 Dd8 j., De8 / 7 Dd6 j., Rg8 / 8 Dg3 j., Rf8 / 9 Dg7 mate.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003