"Soy hipocondriaco y, aunque no esté orgulloso, me encanta hablar de ello. Me divierte y me alivia. Por eso, se me ocurrió escribir este diario", dijo ayer Manuel Hidalgo durante la presentación de Me temo lo peor, diario y confesiones de un hipocondriaco (Aguilar), en el que estuvo acompañado de Álvaro Pombo, quien recomendó el libro como hipocondriaco confeso, y remedios para vencer su mal: "El humor es un instrumento de defensa, lo cómico es muy serio", aseguró el novelista, con acuerdo total de Hidalgo.
Mientras fumaba un cigarrillo e insistía en su mal, Manuel Hidalgo (Pamplona, 1953) presentó la obra en el Círculo de Bellas Artes. El libro tiene dos partes. La primera se refiere al diario imaginario de un hipocondriaco con matices de comicidad que incluyen a la vez una visión social, y la segunda son las confesiones del autor.
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La enfermedad también tiene similitudes con la literatura: "El hipocondriaco y el escritor no están muy lejos. El instrumento que ambos utilizan es la imaginación", aseguró Hidalgo, autor también de otros títulos en los que explora el miedo como El hombre malo estaba allí (2001) y Fobias (2002).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003