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VALENCIA | PACTOS POSELECTORALES | Los alcaldes de las grandes ciudades se confiesan

Alcanzar el pleno empleo

Valencia
Después de superar el desafío electoral del 25 de mayo pasado con mayor o menor éxito según los casos, los alcaldes de las siete mayores ciudades de España se enfrentan a un reto mucho mayor: cumplir con las promesas con las que se comprometieron con los votantes. La mayoría de estos objetivos tienen como denominador común abaratar el precio de la vivienda, solucionar los atascos en los centros urbanos y reducir las tasas de delincuencia. Los siete alcaldes de las ciudades más pobladas de España confiesan sus preocupaciones, sus prioridades y la estrategia que han pensado para resolver los problemas. En la antesala de la constitución de los ayuntamientos, que se formalizará hoy, EL PAÍS presenta un resumen de las ideas de los siete alcaldes principales y un balance de sus criterios sobre la situación de Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Zaragoza, Sevilla y Málaga ante los próximos cuatro años, duración de los mandatos municipales. De los siete grandes alcaldes, hay cuatro que deberán contar con la alianza de otro grupo municipal distinto al de su propio partido para asegurarse la estabilidad durante su gobierno. Sólo Madrid (Alberto Ruiz-Gallardón), Valencia (Rita Barberá) y Málaga (Francisco de la Torre) pueden gestionar los presupuestos municipales sin estar pendientes de algún voto de la oposición para sacar sus proyectos adelante.

Revalidada la mayoría, la tercera desde 1991, con 19 concejales de 33, la popular Rita Barberá, una periodista nacida en 1948, destaca como uno de sus objetivos principales alcanzar "el pleno empleo", para lo cual potenciará al máximo el turismo y los servicios asociados a las tecnologías de la información. En la misma línea, se creará el Centro de Estrategias y Desarrollo, un "organismo que pensará en proyectos que continuarán el avance de Valencia" y reforzará "su presencia en los centros de toma de decisiones".

La vivienda es también una de las preocupaciones de Barberá, que en una reciente entrevista a EL PAÍS declaraba: "Esta ciudad goza de ser, de las grandes, la que tiene el precio más barato de la vivienda, menos que la mitad que en Barcelona y notablemente inferior a Sevilla. Eso no quiere decir que no tengamos que trabajar para rebajarlo más. Se han puesto en construcción 40.000 viviendas, de las cuales 9.000 son protegidas, que son las que nos comprometemos a hacer, además de las que ya están".

La política social, desde la perspectiva del fomento de oportunidades de formación, servicios y equipamientos en cada barrio, es otra de sus prioridades, además del problema de la seguridad ciudadana.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003