El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, reclamó ayer a la dirección socialista que "alguien" dimita "por la crisis institucional sin precedentes y por el caos" que ha provocado la situación creada por los diputados desertores Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez en la Asamblea. Rajoy citó tres nombres a lo largo de su intervención: José Luis Rodríguez Zapatero; el candidato socialista por Madrid, Rafael Simancas, y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco.
Rajoy precisó que quien debía dimitir tenía que ser aquel "que metió a esas personas [los parlamentarios desertores] en la lista electoral". En el PSOE, las listas las hace cada federación regional y son ratificadas o rechazadas por el comité federal.
Rajoy pidió a Zapatero una doble explicación a la opinión pública: quién metió en la lista a ambas personas y por qué, dados los antecedentes que tenían, según reconocen los propios socialistas. Y volvió a la carga al señalar que al ser Tamayo y Sáez "dos personas con unos principios morales discutibles, el PSOE debe precisar si se ha enterado ayer o si sabía desde hace tiempo que eran personas con una trayectoria manifiestamente mejorable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003