El Centro Cultural de España en La Habana tiene los días contados. El Ministerio cubano de Relaciones Exteriores comunicó ayer oficialmente a la Embajada española la denuncia del convenio que posibilitó durante seis años el funcionamiento del Centro, dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. Fuentes diplomáticas españolas informaron que ahora comienza a correr el plazo de 90 días que establece el acuerdo para extinguir las obligaciones de las partes, es decir, para que España deje la dirección de dicha institución cultural, la única de su tipo que existía en la isla. La embajada ya ha enviado a la sección jurídica de Exteriores la documentación para que "sea revisada".
Fue el propio presidente cubano, Fidel Castro, quién anunció el miércoles pasado que el Centro Cultural español, objeto de polémicas y desencuentros bilaterales desde el mismo momento de su inauguración, pasaría pronto a manos cubanas. Castro dijo que sería rebautizado como Federico García Lorca y que en adelante serviría para "promover verdaderamente la cultura española".
La apertura del Centro Cultural fue acordada en 1996 por las autoridades cubanas y el Gobierno de Felipe González, pero su sede no fue inaugurada hasta diciembre de 1997, cuando gobernaba ya José María Aznar. La Agencia Española de Cooperación Internacional corrió con los gastos de remodelación del Palacio de las Cariátides, situado al comienzo del malecón de La Habana, con un coste de dos millones de euros, aunque el edificio nunca dejó de ser propiedad cubana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003