Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

¿A quién beneficia?

Todos los días, desde hace cuatro años, camino de mi trabajo, recorro la M-40 bordeando los nuevos barrios de Sanchinarro, Las Tablas... Es una superficie inmensa para nuevas viviendas consecuencia de la política de liberar suelo para resolver nuestros problemas de vivienda.

Cuatro años, ya digo, en los que sólo he visto cómo se removían tierras y poco más. Pero ¿y las viviendas? Las viviendas están tardando más tiempo en hacerse que el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Hoy sólo se ven unos pocos edificios terminados y la mayoría está en construcción. En otras palabras, los promotores las están soltando con cuentagotas. ¡Entretanto, la vivienda vale hoy tres veces lo que valía hace cinco años! Estos promotores no son tales, son unos vulgares especuladores.

Simancas y la izquierda querían cambiar la normativa para obligar a los promotores a cumplir con unos calendarios. Ahora, oscuros intereses inmobiliarios han saboteado la formación de su Gobierno y, para rematar la jugada, unas nuevas elecciones le darán una segunda oportunidad al PP de conservar el Gobierno. "¿Qui prodest?" pregunta Luis de Grandes. Que cada cual saque sus conclusiones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003