Respecto a la cuestión de la reciente cancelación de la excavación de la fosa de la Guerra Civil en Albinyana (EL PAÍS, 11de junio), me gustaría apuntar que parece una muestra más de la política no declarada de punto final que se ha venido aplicando desde hace 30 años en este país.
La prensa destaca los esfuerzos del juez Garzón por hacer justicia allende los mares y los que se llevan a cabo en Irak por exhumar a las víctimas de la dictadura. Sin embargo, no dice nunca por qué cuesta tanto, 28 años después de muerto el dictador, desenterrar a las víctimas de hace más de 60 años, bajo un gobierno de derechas, ni por qué no se intentó antes, durante los 14 años de gobierno de izquierdas.
¿Por qué no denuncian las familias de las últimas víctimas de la dictadura a los implicados, aún con vida, ante el juez Garzón? Y sigue el mutismo... Luego nos seguiremos poniendo como ejemplo de transición modélica hacia la democracia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de junio de 2003