¿Me quiere explicar alguien por qué tendremos que pagar todos los españoles más de 4.000 millones por un capricho de Aznar, Cascos y el ínclito -habrá que leer encima mañana sus justificaciones en su columna- Miguel Ángel Rodríguez? ¿No sería justo que lo pagaran de su bolsillo? ¿Por qué en lugar de pagar esta indemnización no tendremos un nuevo hospital comarcal, una decena de kilómetros de autovía o un nuevo sistema de seguridad ferroviaria en la línea de Cartagena?
¿De esto tampoco nadie es responsable, no va con nadie de ese Gobierno de autistas? ¿Hasta cuándo vamos a tener que aguantar sus caprichos, y sus batallitas, eso sí, pagadas con el dinero de todos, Cascos?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de junio de 2003