La ilegalizada Batasuna no se resigna a quedar fuera de los Ayuntamientos constituidos el pasado sábado, pese a los intentos de boicoteo que realizó en los plenos constituyentes. El dirigente Pernando Barrena advirtió ayer que las ofertas de participar en los consistorios que hasta ahora han hecho los partidos a las plataformas ilegalizadas "no mitigarán ni un ápice la presión que va a seguir ejerciendo la izquierda abertzale a las nuevas corporaciones".
El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, de EA, insistía ayer en la necesidad de "buscar fórmulas" para que la opción radical "tenga voz en las instituciones", aunque legalmente no disponga de cargos públicos.
En los contactos entre los partidos y las plataformas locales se ha estudiado la posibilidad de permitirles el acceso a las comisiones, pero Barrena calificó estos proyectos de "parcheos y compra de voluntades a cambio de no decir que estas elecciones han sido un pucherazo". Pese a todo, Barrena sugirió como salida posible el tener acceso a los expedientes municipales. De lo contrario, dijo, "no vamos a renunciar a seguir denunciando esta situación".
Únicamente siete municipios de la comunidad autónoma vasca quedaron el sábado sin constituirse. Se trata de Otxandio (Vizcaya), pendiente de la resolución de un recurso de la plataforma radical, y Amezketa (Guipúzcoa), por impugnación de unos vecinos. En Irura, Hernialde, Itsasondo, Leaburu y Aizarnazabal, todos en la comarca de Tolosa, la Diputación Foral formará gestoras al no haberse presentado a la constitución los concejales electos de PNV-EA. En las cinco se contabilizaron más votos nulos que los cosechados por PNV-EA.
Las reacciones ante las distintas incidencias de la jornada constituyente proliferaron ayer. El alcalde de Bilbao, el peneuvista Iñaki Azkuna, lamentó el hecho de que mientras él estaba siendo elegido alcalde los violentos quisieran hacer explotar un coche bomba y "arruinar una fiesta de la democracia". Anunció que "nunca jamás" tratará con quienes practican la violencia.
Para Carlos Urkijo, del Partido Popular, la jornada celebrada el pasado sábado en el País Vasco tuvo un "sabor agridulce" porque el PNV trató de "no incomodar a Batasuna" y prefirió constituir algunos consistorios "dejando que el Ayuntamiento fuera ocupado por los ilegalizados y no por los vecinos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de junio de 2003