Falta menos de un mes para la realización de las pruebas que, dentro de la Oferta Pública de Empleo de la Consejería de Educación del Gobierno Vasco, permitirán a los sufridos opositores lograr una plaza como funcionarios. Ya sé que es una faena, agobiar a los que ya tienen los examinandos a estas alturas pero no puedo dejar de realizar esta denuncia.
Resulta que, a pesar de los estrictísimos criterios lingüísticos que aplica la Consejería para todo lo que se refiere al ejercicio de la docencia, a la hora de nombrar a los tribunales de Oposición, la cosa se relaja, y la manga ancha y el coladero se convierten en la norma. Así, en especialidades en las que solamente se ofertan plazas para impartir la docencia en euskara (se exige Perfil Lingüístico 2 o equivalente) se han nombrado miembros del mismo a personas que no tienen acreditado dicho perfil.
¿No es una tremenda incongruencia además de una injusticia para los opositores que deban ser calificados por personas que no dominan la lengua en la que se expresan? ¿ No tienen los opositores derecho a expresarse y ser correctamente comprendidos en la lengua que utilicen? ¿No es demasiado lo que se juegan para no tener todas las garantías de que van a ser objetivamente calificados?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de junio de 2003