Cuando el engaño es utilizado por "el poder", para acallar las voces de los "sin poder" que les denuncian y hostigan, por las injusticias y abusos que cometen, se está incurriendo en uno de los actos más canallas que existen.
No solo me refiero a las mentiras que se dicen a altos niveles, como por ejemplo, las falsas excusas que utilizaron para justificar la guerra contra el pueblo de Irak, por parte del gobierno de EE.UU., secundado por Blair y con el servilismo esperpéntico de Aznar, sino a las mentiras de "los poderes" de baja intensidad de nuestro entorno, destacando por su cinismo y perversión las que utiliza la secta del ultra nacionalismo de ETA y sus sumisos seguidores.
Las mentiras que expetan todos estos "poderes" son infinitamente mucho más dañinas que los engaños de la gente corriente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de junio de 2003