La bolsa de Wall Street registró ayer una fuerte alza para terminar el índice Dow Jones con su mayor ganancia en el último año con un avance de 2,21% y una subida de la bolsa electrónica de Nasdaq de 2,46%. El principal indicador de Wall Street progresó 201,84 puntos y cerró a 9.318.96 puntos, su mayor nivel desde el 20 de junio de 2002.
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Una serie de buenas noticias de empresas y los favorables datos de actividad en el sector manufacturero de Nueva York empujaron a los inversores. La sesión abrió con una clara tendencia de alzas, alentada por algunas buenas noticias de empresas. De acuerdo a una encuesta que desde hace dos años realiza la Reserva Federal de Nueva York, el índice de actividad manufacturera en la región para junio fue de 26,8 puntos, casi tres veces los 10,6 puntos de mayo.
La Bolsa de Madrid, tanto su índice general como el selectivo Ibex 35, marcaron nuevos máximos del año tras avanzar el 1,31% y el 1,51%. El Ibex quedó a 40 puntos de traspasar la barrera de los 7.000, en un día que comenzó con los peores augurios, cuando la apatía reinante pareció convencer a los inversores de que lo mejor era retirarse y recoger las ganancias acumuladas en las sesiones anteriores; y que se dio vuelta muy rápidamente. La jornada fue especialmente beneficiosa para el sector bancario, ya que el SCH ganó un 2,58% y el BBVA, un 3,17%, con lo que se anotó la mayor subida del Ibex 35, en tanto que Telefónica avanzó un 1,09% y rebasó el soporte de los 10,20 euros.
El resto de los mercados europeos también se beneficiaron del vuelco de las inversiones hacia la renta variable. Londres cerró con un ligero avance del 0,45%, pero mejor le fue a París, que ganó un 2,11%, mientras que Francfort avanzó el 3,01%.
El euro tocó techo
El euro marcó ayer un nuevo máximo histórico al cotizar a 1,1930 dólares y aún cuando no pudo mantener a lo largo de la jornada esta cotización frente a la divisa estadounidense, la moneda única no desciende de las cotas altas. La sesión de ayer tuvo dos partes bien diferenciadas.
En la primera primó el pesimismo sobre la recuperación de la economía estadounidense que se había conocido en las últimas jornadas de la semana pasada, como el aumento de las peticiones de subvenciones de desempleo o el desplome de la confianza de los consumidores de EE UU a mínimos de ocho meses. Por ello, la jornada de ayer empezó beneficiando al euro en detrimento del dólar e incluso a la libra esterlina, que llegó a un máximo de cuatro años y medio frente al dólar, hasta los 1,6887 dólares por libra. Bien entrada la sesión y cuando las bolsas neoyorquinas habían comenzado a operar, el euro perdió gas frente al dólar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de junio de 2003