Recientemente este diario, entre otros, ha reproducido los datos de cotizaciones de la nota de prensa oficial. Es triste que no indagasen en los detalles. Hubieran descubierto, con un somero análisis (bueno, la Seguridad Social silencia los datos de cuánto cotizan las nuevas altas, imaginen por qué), la realidad. Las altas en la Seguridad Social superan en mucho al número de trabajadores por el pluriempleo, el subempleo (cotizan por unas horas y sueldos míseros) y las pensiones (un pobre pensionista también cotiza; el 23% es de menos de 300 euros, el 77% no llega a 600 euros). El crecimiento del Régimen de Empleadas de Hogar quintuplica al del General gracias a la inmigración (son los empleos que les cedemos). Los contratos nuevos están bajando a gran ritmo, incluidos los indefinidos (una minoría). Abundan los infracontratos (hay más promociones que empleos estables), y los sueldos son de risa (abundan los de 600 euros mensuales, incluso incluyendo las pagas prorrateadas).
Si siguiesen las ofertas publicadas en prensa, verían que la cosa está realmente muy floja; hay unos pocos trabajos de poca calidad entre mucha morralla. ¿Pesimista? Realista.
Ello afecta a la economía general, ya que existe un riesgo alto de que las hipotecas acaben en impagados y los bancos asuman los inmuebles; lo bueno es que pincharía la burbuja inmobiliaria. La poca capacidad adquisitiva debilita las compras, con una inflación desbocada. La exportación está de capa caída, como los mercados de destino, lo cual arrastrará al empleo. La tendencia es preocupante. Y para contentarnos nos recomiendan fondos de pensiones privados que llevan meses y meses acumulando pérdidas. ¿Me siguen?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de junio de 2003