Según he leído, el Constitucional había sentenciado hace algún tiempo que los votos emitidos sobre listas cerradas son propiedad de las personas que van en ellas y no pueden ser transferidos al partido, por eso el elegido se puede llevar su escaño a donde mejor le venga y hacer con él lo que quiera.
Considero aberrante esa situación, con todos mis respetos para el TC, pues, entiendo, cuando las listas son cerradas, la gente cuando vota lo hace al partido de la lista y no a la persona como cuando son abiertas. De ser del partido, evitaríamos los mal llamados "tránsfugas", que encima se benefician de ese partido a quien en principio representaban para adquirir su escaño y después, adiós. ¿Para cuándo se regularan estas situaciones? ¿No sería prudente que el TC evitara el fraude? La democracia debe tener controles que regulen los perjuicios que pueden ocasionarse a quien cede el poder, el pueblo. Yo, como parte de ese pueblo, desde aquí, pido amparo a dicho Tribunal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de junio de 2003