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El horror de la guerra vuelve a Indonesia

Más de 230 muertos y cerca de 35.000 desplazados es el saldo que ha dejado la ofensiva militar del Gobierno de Indonesia contra el rebelde Movimiento para la Liberación de Aceh (GAM), que ya entró en su quinta semana.

Las operaciones de 45.000 miembros del Ejército indonesio contra los 5.000 miembros del movimiento separatista de esa norteña provincia de la isla de Sumatra, que buscan desde 1976 instaurar un Estado islámico independiente, se desataron luego del fracaso de las negociaciones de paz celebradas en Suiza y Japón, en lo que fue el intento más serio de poner fin a un conflicto que ya ha dejado más de 10.000 muertos, en su mayoría civiles.

El Gobierno desmintió ayer la versión de la Cruz Roja, que aseguró que en la ofensiva han muerto más de 150 civiles. Lo que reconoció es que el número de desplazados puede llegar a 100.000 en muy corto plazo. El ministro de Seguridad indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, indicó que trabaja para proveer de asistencia a los evacuados, aunque reconoció que la situación en la provincia provocará una marea humana de refugiados.

Además, el Gobierno, que tiene a Aceh bajo la ley marcial, emitió un decreto en el que prohíbe la presencia de turistas extranjeros en la región y exige a los periodistas foráneos un permiso especial para ejercer su labor.

La campaña contra el GAM se ha endurecido desde el lunes por el uso de cazabombarderos F-16, que han disparado contra las posiciones de los separatistas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de junio de 2003