Quiero felicitar a Ruiz-Gallardón por su victoria en las elecciones municipales, y también quiero pedirle que mientras saca a concurso y ejecuta el proyecto de soterramiento de la M-30, pase las barredoras que eliminan las piedrecitas que se van depositando en el asfalto. Una de ellas saltó, con tan mala fortuna, que fue a dar en el parabrisas de mi flamante coche nuevo, haciéndole una fisura, y dando gracias a Dios que sólo fue eso.
Todo eso lo puede hacer mientras pide proyectos, aprueba uno, lo saca a concurso y empieza su ejecución, conociéndole imagino que para las elecciones generales podrá inaugurar un tramo de la nueva M-30, pero mientras tanto por favor ocúpese de que la M-30 esté en buen estado para poder circular por ella con toda la tranquilidad posible, sin que sea una carrera de obstáculos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de junio de 2003