Los cinco sindicatos de la Ertzaintza -Erne, ELA, CCOO, Sipe y UGT- anunciaron ayer, después de realizar una protesta en el interior del museo Guggenheim, que van a mantener los encierros y las manifestaciones "incluso durante el verano" para exigir más seguridad y mayores salarios hasta que Interior "se siente a negociar".
Después de que unos 1.500 policías guardaran un minuto de silencio en la explanada de la pinacoteca en recuerdo de Txema Agirre, agente asesinado por ETA en 1997, un centenar de ellos compró la entrada para acceder al museo. Ya en su interior, se concentraron en el balcón que da a la Ría portando camisetas alusivas a sus reivindicaciones. Tras permanecer allí durante 20 minutos, los miembros de seguridad del museo les pidieron, sin éxito, que abandonaran el lugar. Finalmente, dos ertzainas de servicio acudieron al lugar de la protesta y, tras ponerse en el uniforme una pegatinas con las reivindicaciones, les pidieron que abandonaran el encierro, como finalmente sucedió.
El consejero de Interior, Javier Balza, ha señalado que, "hasta ahora, las organizaciones se niegan a sentarse a negociar cualquier cuestión que no sea un incremento retributivo por encima del previsto en la ley de Presupuestos", según recoge una respuesta parlamentaria remitida el pasado 28 de mayo al PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de junio de 2003