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ACTIVISMO

Domínguez: "Mejor que te tumben un servidor que recibir un balazo"

El fundador de una célula de activismo electrónico zapatista defiende un uso político de la Red y que la tecnología no esté en un solo bando

Era un actor que odiaba el teatro. Hoy, los militares le llaman "uno de los primeros ciberterroristas del planeta". Pero Ricardo Domínguez, 43 años, hijo de mexicanos, residente en Brooklyn, parece más bien un sabio. Es cofundador de The Electronic Disturbance Theatre (EDT), una cédula hacktivista zapatista especializada en manifestaciones virtuales, donde los participantes acceden repetidamente a la web contra la que se marcha y la saturan.

Pregunta. ¿Sirve para algo hacer caer un servidor web?

Respuesta. A ellos no, pero para nosotros es lo mismo que hacer una marcha en la calle. Toda esa gente, 48.000 personas, se unen para esta acción, desde Corea, Perú... No importa que se caiga o no, lo que importa es que alguien pueda saber qué está pasando y enviar su respaldo.

P. ¿Cómo unos campesinos zapatistas se hicieron protagonistas de Internet?

R. Bajaron con una visión antigua, la tradición marxista-leninista. Pero, por accidente, se cruzaron con la red electrónica y, en lugar de decir: ¿Qué diablos es esto?, vieron que debían romper este sistema, no con guerras sino con la palabra. Lo entendieron en cinco o diez días. Puedes ir a las compañías y decirles: ¿Como de rápido cambias tú?

P. ¿Necesitan que les manden portátiles?

R . El Ejército Zapatista de Liberación Nacional no necesita nada. Las comunidades autónomas, como Aguascalientes, sí: comida, medicinas, electricidad, computadoras...

P. Pero, los guerrilleros se mueven y los servidores deben estar fijos...

R. Estas computadoras son de las comunidades. Allí están los servidores, que usan para vender café o telas, creando una economía autónoma. Y cuando llegan los militares, no atacan al ejército zapatista, sino a estas comunidades.

P. ¿Qué ha aprendido el zapatismo del uso político de la red?

R. Que lo básico es: comunicación, el correo; documentación, qué pasó, a quién mataron, y la desobediencia civil electrónica, que sólo se necesita en el 5% y que no siempre es lo mejor, pero que existe como táctica.

P. ¿Son ustedes terroristas light?

R . Ni eso. La desobediencia civil comienza en 1848, cuando Thoreau protestó sin violencia contra la guerra de EE UU a México. Escribió un libro, Civil Disobedience, que leyeron Gandhi, Luther King... Nosotros estamos en la misma historia. El nuestro es el hacktivismo digitalmente incorrecto.

P. ¿Por qué?

R. Porque usamos el código más básico que existe: HTML. Nuestro trabajo no es tecnológicamente eficiente sino simbólicamente eficaz: cada máquina representa un cuerpo y por eso necesitamos miles y miles de personas. Si fuésemos terroristas, usaríamos programas en los que con dos personas tumbas Yahoo: un hacking eficaz, pero ilegal.

P. ¿Hay una ética hacktivista?

R. Sí: debe representar a una comunidad. El terrorismo se hace escondido. Nosotros somos transparentes. Los medios y la policía deben saber quién es la persona que está haciendo la acción.

P. ¿Cuál es el hacktivismo digitalmente correcto?

R. El de gente como Cult of the Dead Cow y su programa para evitar la censura en China. Pero pocos pueden entender su código. Nuestro sistema es lo más bajo, somos lo peor, somos HTML. Pero cualquier persona puede hacer clic.

P. Los hackers llaman "ataques de denegación de servicio" a eso, y no les gusta.

R. En el 98, comenzó una guerra de palabras con estas comunidades, como 2600 o Defcon, pero ahora empiezan a invitarnos, para hablar y pelear por la libertad de la información también en la calle, sobre todo los más jóvenes. Debe de haber momentos en que la gente pueda marchar por la superautopista. Es preferible que te tumben un servidor a que te den un balazo.

P. ¿Qué le parece el cracktivismo, que cambia webs o roba información?

R. Hay ocasiones enlas que ha trabajado bien. Pero no estoy de acuerdo si pasa algo y no sabes por qué. Debe haber una razón, debe hacerse con una política clara.

P. ¿Tiene el hacktivismo nuevas ideas?

R. En el 99, mucha gente nos preguntaba por el futuro y les acabamos diciendo: los zapatistas tienen satélites, cámaras de vigilancia que están usando contra los paramilitares y militares mexicanos. Esas imágenes van directas a las comunidades de derechos humanos, ONG... Cualquier cosa que haga el Gobierno estamos viéndolos. Y lo sacaron en Time Magazine.

P. ¿Y era broma?

R. Sí, pero finalmente estamos trabajando en el proyecto, porque se lo creyeron y hay fundaciones que nos quieren ayudar.

P. ¿Funciona bien la Red de Resistencia Intergaláctica?

R. Sí, bajo muchos nombres: hackmeetings, meetings de medios tácticos, Indymedia, código abierto... Todos, contra el capitalismo virtual.

Arte político

Domínguez entró en el arte político con el grupo Critical Art Ensemble, en la década de 1980. Escribieron dos libros, en los que afirmaban que "el capitalismo ya dejó el mundo, se ha hecho electrónico totalmente. Por eso el activismo callejero es incorrecto, debe hacerse en las calles electrónicas".

En 1997, el colectivo italiano Los Anónimos le ofrecía la idea de la manifestación virtual o netstrike y, pronto, EDT creaba un pequeño programa, llamado Zapatista FloodNet, que automatizaba el envío de peticiones repetidas a una web. Era la primera arma hacktivista.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de junio de 2003

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