Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Los guardianes de Rikers Island, acusados de robar un 'dalí' de la cárcel

Se lo llevaron los guardianes. El dalí que desapareció en marzo de la cárcel de Rikers Island, en Nueva York, fue presuntamente robado por cuatro funcionarios de la prisión. El cuadro, un dibujo a tinta y carboncillo que el artista donó a este centro de máxima seguridad en 1965, valorado en 250.000 dólares, no ha aparecido.

El hurto se llevó a cabo durante una falsa alarma contra incendios. Con la confusión los guardianes descolgaron el cuadro y lo sustituyeron por una copia mediocre. Al principio nadie notó nada, pero unos días después un funcionario que acostumbraba a rezar ante el dibujo notó que tenía poco que ver con el original: el marco dorado había cambiado, se notaban grapas que antes no existían: el dibujo no era igual.

El misterio permaneció intacto durante meses hasta que la policía descubrió a los autores del robo. Rikers Island es una cárcel con problemas donde se hacinan 12.500 reclusos.

Dalí dibujó el cuadro en 1965 para disculparse de una visita que había prometido a la prisión y que no realizó. En dos horas, el pintor trazó el esbozo de un Cristo en la cruz y se lo dedicó. Allí se quedó durante 16 años, pasando al olvido. En 1981, un prisionero le tiró una taza de café y rompió el cristal que lo protegía. Acabó tras el sofá de la oficina de uno de los responsables de la prisión hasta que fue redescubierto y colgado de nuevo en la entrada de la penitenciaría.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de junio de 2003