El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia por la que avala la actuación mantenida por la policía el 12 de enero de 1999, cuando agentes antidisturbios reprimieron una manifestación de protesta por la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar, al Centro Nacional de Microelectrónica, en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
"La medida policial de contención y respuesta a una agresión perpetrada por grupos violentos se enmarca en la garantía de orden público, en evitación del peligro para las personas y los bienes", asegura la sentencia del Supremo, en la que se recuerda que un grupo de 40 personas se enfrentaron a la policía y le arrojaron contenedores y objetos. Ese mismo día centenares de jóvenes se concentraron de manera pacífica en la plaza Cívica de la universidad.
Esta sentencia anula la que dictó en septiembre de 1999 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en la que se calificaba la actuación policial de "desproporcionada", porque "obstaculizó" el derecho de los estudiantes a la libertad de expresión y vulneró su derecho de reunión.
El abogado del Estado recurrió y ahora el Tribunal Supremo le ha dado la razón al considerar que, "acreditado el desorden material en que degeneró una parte de la concentración estudiantil que dejó de ser pacífica (...) no cabe pretender que nos hallemos ante el ejercicio del derecho fundamental de reunión" que reconoce la Constitución. El Tribunal Supremo recrimina al TSJC que no explicase por qué consideró desproporcionada la actuación policial.
La UAB también recurrió al considerar que la carga vulneró el derecho a la autonomía universitaria, pero el Tribunal Supremo entiende que no se produjeron "entradas y registros domiciliarios" en centros universitarios sin garantías legales.
Relato de los hechos
Los hechos objeto de la sentencia del Supremo se remontan a la mañana del 14 de enero de 1999, cuando un grupo de 14 agentes de policía se desplegó por la carretera de acceso al citado centro universitario con ocasión de la visita del presidente del Gobierno, José María Aznar, antes de cuya llegada centenares de alumnos se congregaron en la Plaza Cívica de la Universidad Autónoma de Barcelona para protestar por la presencia del presidente en el campus, sin que conste, según la sentencia, que dicho grupo "fuera disuelto o agredido por las Fuerzas de Seguridad del Estado".
Sin embargo, otro grupo, inicialmente de unas 40 personas, y posteriormente ampliado, se dirigió sobre las 12.35 horas por la carretera de Bellaterra hacia el citado centro con intención de acceder al mismo, al tiempo que cortaban la carretera y lanzaban piedras y otros objetos, obligando a los agentes, que pidieron refuerzos, a repeler la agresión.
Durante los disturbios, diversos manifestantes y policías resultaron heridos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de junio de 2003