La Secretaría (Ministerio) de Relaciones Exteriores de México comunicó ayer al ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo su inminente extradición a España, donde será procesado por los delitos de genocidio y terrorismo, cometidos durante la última dictadura militar en su país (1976-1983). Los cargos son imputados por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Según Manuel Plata, abogado del acusado, Garzón "no tiene ninguna prueba contundente" contra él. El expediente del juez, con numerosos testimonios, indica todo lo contrario.
El documento firmado por el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez se apega estrictamente a la resolución de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), emitida la pasada semana, que declaró prescrito el delito de torturas. Cavallo recibió la comunicación en la prisión capitalina en la que permanece detenido desde agosto del año 2000, cuando fue apresado mientras trataba de huir a Buenos Aires. Durante su estancia en México, mintiendo sobre su identidad, fue director de una empresa concesionaria del registro oficial de automóviles. Varias de sus víctimas en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) lo identificaron como Sérpico, integrante de los grupos de tareas que secuestraron, torturaron y asesinaron a miles.
Un juez de distrito, la Procuraduría General mexicana (PGR) y la Interpol coordinarán su entrega a España. El traslado puede producirse antes de este fin de semana, según indicó Derbez. "Serán ellos quienes ultimen los detalles". Agentes de la Dirección de Prevención y Readaptación Social custodian la salida de la cárcel.
Cavallo, que nunca ha hecho declaraciones públicas, pidió a los funcionarios mexicanos que lo alejen del acoso de la prensa, a la que atribuye parte de sus desgracias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de junio de 2003