Una intoxicación alimentaria pudo causar la muerte de José Luis Trigo Expósito, de 36 años y conductor de un autocar de la escudería de motos de Luis d'Antín. Su acompañante, Víctor Manuel Martín Fernández-Avilés, de 24, resultó grave, aunque está fuera de peligro. Ambas víctimas fueron halladas por sus compañeros de equipo dentro del vehículo, en el polígono industrial Gregorio Quejido, de Algete.
Trigo y Martín llegaron la madrugada del martes a Algete desde el circuito de Montmeló (Cataluña), donde el domingo se celebró el Gran Premio de España de motociclismo. Ambos se quedaron a dormir en el autocar. Sobre las seis de la tarde del martes, sus compañeros de escudería les llamaron por teléfono, pero no respondieron.
La voz de alarma surgió ayer, cuando seguían sin responder las llamadas. Los compañeros fueron al autocar, que estaba estacionado a la entrada del polígono. Allí hallaron a José Luis Trigo en una de las camas, ya fallecido. Su acompañante, Martín Fernández-Avilés, estaba sobre las escaleras. Los facultativos del Summa lograron reanimarle y trasladarle hasta el hospital La Paz.
Los responsables del Summa comprobaron el aire del interior del autocar y dio negativo a los gases letales para el ser humano (arsénico, azufre, fósforo y cianhídrico), según el subdirector médico del Summa, Pedro Martínez Tenorio. Las primeras sospechas apuntan a que el fallecimiento se debió a una intoxicación alimentaria. Por eso, la Guardia Civil ha recogido las facturas de los restaurantes donde pararon las víctimas para comprobar si ha habido más intoxicados.
Trigo, soltero, vivía en Madrid y desde hacía tres años era conductor de D'Antín (piloto de 250 centímetros cúbicos en la década de los noventa). Martín Fernández-Avilés es un colaborador esporádico de la escudería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de junio de 2003