El nuevo director del Hospital Clínico de Barcelona, Joan Rodés, anunció en una reunión celebrada el jueves con representantes de la plantilla que entre las medidas que se estudian para superar la crisis del centro figura la posibilidad de que se incorporen al patronato que lo gestiona entidades de la sociedad civil. Joan Rodés citó como ejemplos la Fundación BBVA y Farmaindustria, la patronal de la industria farmacéutica.
El anuncio de Joan Rodés creó inquietud entre los representantes sindicales. Ayer, el presidente de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, salió al paso de posibles "iniciativas privatizadoras" y reclamó al consejero de Sanidad que negocie la integración del centro en la red pública catalana. "En 23 años, el Gobierno catalán ha sido incapaz de dar una salida viable en la red pública al principal hospital investigador de Cataluña", declaró ayer la diputada ecosocialista Dolors Comas. ICV ha pedido la comparecencia del consejero de Sanidad, Xavier Pomés, ante el Parlament y hasta ahora no ha logrado que se apruebe. Si la comparecencia no se acuerda para antes de que se acabe el periodo de sesiones, ICV amenaza con convocar la Diputación Permanente para tratar este asunto.
El director del Clínico, Joan Rodés, precisó ayer que no hay nada decidido sobre quién debe figurar en el nuevo patronato del hospital y que "sería bueno que la sociedad civil pudiera participar de algún modo en el control externo de la gestión del hospital", aunque la fórmula concreta no está decidida. "Primero tienen que negociar las adminstraciones públicas", dijo.
El Clínico se rige ahora por un patronato en el que están representados dos ministerios -Sanidad y Educación- y la Diputación de Barcelona, pero no la Generalitat. Las administraciones titulares están obligadas por ley a asumir el déficit que genere el hospital. Este déficit ha originado una deuda acumulada de más de 120 millones de euros. Para entrar en el patronato que gestiona el hospital, la Generalitat exige que esa deuda sea asumida por los anteriores gestores. Pero aparte de la deuda histórica, cuya solución debe abordarse según Rodés en el marco de la que acumulan todos los hospitales catalanes, la explotación del centro sigue siendo deficitara y exige una corrección ya que para este año se prevén unas pérdidas de 42 millones de euros.
Rodés manifestó ayer que el déficit de este año será asumido por la Administración central. La nueva dirección está preparando un plan de viabilidad para eliminar el déficit. Una fuente de ingresos podría ser la actividad privada, algo que ven con recelo los sindicatos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de junio de 2003