ENVIADO ESPECIAL
Dos observadores militares de la ONU, de cuya nacionalidad no se ha informado aún, se hallan en paradero desconocido desde la mañana del jueves tras ser arrancados de su oficina por personas arma-das no identificadas, según informó ayer un portavoz oficial de la Misión de Naciones Unidas para Congo (Monuc). Los hechos sucedieron cerca de la ciudad de Beni, a unos 160 kilómetros al sur de Bunia. A mediados de mayo, en un incidente similar, desaparecieron otros dos observadores militares, un jordano y un malauiense, en la localidad de Mungualu, en el norte de la región de Ituri. Poco después se hallaron sus cadáveres mutilados, víctimas de canibalismo ritual. Anoche, fuentes de la Monuc en Bunia confirmaron la noticia de Beni, pero decían carecer de detalles sobre lo ocurrido.
La situación de inseguridad en la provincia de Ituri no ha mejorado desde la llegada el 6 de junio de los primeros soldados de la Fuerza de Despliegue Rápido (FDR) de la UE. Sólo en Bunia son constantes las violaciones de mujeres y los secuestros de civiles sin importar su tribu para exigirles dinero. Hay denuncias de la existencia de fosas comunes con los asesinados por las milicias a las que no se puede acceder. El mandato de la FDR se limita sólo a Bunia y no a Beni.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de junio de 2003