Bilbao gozó (o sufrió, según la interpretación de cada cual) ayer las temperaturas más altas de lo que va de año, sin esperar a que hoy empiece el verano. Los termómetros callejeros se dispararon bajo el sol hasta sofocos como el que muestra la imagen, tomada en el centro de la ciudad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de junio de 2003