La Unión Europea ha dado por superada la grave crisis interna y en la relación con EE UU que provocó la guerra de Irak. Tras la cumbre celebrada durante el fin de semana en Salónica (Grecia), los Quince, más los 10 candidatos de la ampliación, acordaron que Europa se involucre y comparta "la responsabilidad de la seguridad en el mundo" como "potencia de envergadura mundial". Europa está decidida a cumplir esa misión de la mano de EE UU, pero "en pie de igualdad", como subraya el documento de conclusiones de la cumbre que terminó ayer.
José María Aznar y Silvio Berlusconi, dos de los más estrechos colaboradores de George Bush durante la guerra, aprovecharon para poner el énfasis en que "no hay alternativa" a la relación trasatlántica, en palabras del presidente español. "Es necesaria para afrontar las amenazas presentes y futuras".
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En otro capítulo importante de la cumbre, que ha cerrado el semestre de presidencia griega de la UE, los Quince calificaron de "irreversible" la futura incorporación de seis países balcánicos a Europa. Se trata de Albania, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Serbia y Montenegro, que se han comprometido a presentar planes contra la corrupción y la delincuencia organizada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de junio de 2003