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Una exposición reflexiona sobre la función actual de la artesanía

Si existe una disciplina plástica que no ha superado su origen popular, y ve a éste como una rémora más que como una manera sólida de afrontar la contemporaneidad, es la artesanía. Sumergida por un lado entre la vorágine del objeto de recuerdo kitsch o aspirando a los altos vuelos artísticos con su acercamiento a la escultura, la artesanía ha sufrido un estrés de acomplejamiento debido a la sensación de ser el pariente bastardo del arte y el diseño. El Año del Diseño no se ha querido olvidar de esta disciplina, que además constituye una de las secciones del FAD, y propone una terapia con la exposición Artesanía es artesanía es artesanía, que se presenta hasta el 28 de junio en el Centre Català d'Artesania (paseo de Gràcia, 55, Barcelona).

"Se trata de una exposición que, más que presentar objetos, lo que trata es de aportar conceptos", explica el coordinador de la exposición, Jesús Ángel Prieto. La escenografía la componen nueve módulos, en cada uno de los cuales se presentan dos objetos con los que se quieren expresar conceptos aparentemente antagónicos, pero que la artesanía puede hacer compatibles. Por ejemplo, el Hecho a mano, expresado con unas modernas muñecas de fieltro, se encara y complementa con el concepto Eficacia, representado por el clásico porrón. Una variación de este objeto vuelve a aparecer en la exposición. Otros conceptos que interactúan son los de Idea y Oficio. "Con frecuencia se le atribuye a la artesanía una facultad meramente mecánica, cuando siempre existe una idea que ha dado respuesta a una determinada necesidad o impulso", explica Prieto. La exposición incluye dos vídeos con reflexiones sobre estos asuntos a cargo de Peret, Félix de Azúa, Bohigas, André Ricard y Marquina.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de junio de 2003