Sobre el campo de Anoeta, los futbolistas no estaban al tanto de lo que ocurría en el Bernabéu. Tampoco Raynald Denoueix, que se negó a conocer el otro resultado de primera mano. Él medía el desarrollo de la jornada a través de los gestos del resto del banquillo y los gritos de la grada, que le llevaron a una conclusión: "Durante una hora creí que éramos campeones", explicó luego.
El entrenador de la Real se quedó sorprendido por las reacciones del público. Le despistaron. "Cuando marcamos el tercer gol se produjo un ruido tan intenso que estaba convencido de que estábamos ganando la Liga". Pero, por fin, se dio de bruces con la realidad. "La reacción no hablada de Julen Masachs y Jesús Mari Zamora en el banquillo me han hecho ver que estaba equivocado, que era una ilusión. Sus gestos me han dicho la realidad".
A los jugadores les ocurrió algo similar. Las arrancadas del público les hicieron pensar, erróneamente, que tenían la Liga en la mano. "Cuando marcó el Athletic parecía que el gol hubiera sido nuestro", admitió después Xabi Alonso; "en el descanso ya nos han dicho que iban 2-1 en el Bernabéu, pero hasta que quedaban diez minutos para el final no nos han dicho que iban 3-1".
Las sensaciones de los futbolistas de la Real eran contradictorias. Nihat, en cuanto terminó el partido, dio con sus compañeros una vuelta al estadio que hacía pensar que había logrado el título. En la sala de prensa, sin embargo, Kovacevic y él se sentían alicaídos a pesar de las bromas. El yugoslavo fue quien más afectado se mostraba: "Me falta algo. Dos puntos más, que significarían un título. Me da un poco de pena este segundo puesto". Kovacevic, que terminó con 20 goles, "mi récord", dijo orgulloso, sintió no rematar la temporada con la Liga: "Es el año en que más he disfrutado jugando al fútbol".
Xabi Alonso prefirió el punto de vista optimista. "Ahora no lo vemos con perspectiva. No lo tenemos asimilado. Pero, cuando pasen los días, nos daremos cuenta de la temporada que hemos hecho". Admitió que a la Real se le queda "la miel en la boca", pero enseguida encontró consuelo: "Para nada esto significa una derrota, un fracaso, una decepción... Es un éxito total".
Todos los futbolistas de la Real recordaron ayer algunos partidos que han resultado fundamentales. Hablaban del anterior en San Sebastián, cuando no pudieron ganar a un Valencia con un jugador menos; el del Villarreal... "Si hay un momento del año que recordaré siempre", aclaró Xabi Alonso, "ése es el de Vigo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de junio de 2003