Lleyton Hewitt volvió a entrar en los libros de historia del tenis. La primera vez que lo hizo fue cuando a los 16 años y 10 meses se convirtió en el jugador más joven del ATP Tour que ganaba un torneo. Ahora, la efemérides tiene un carácter diametralmente opuesto. El tenista australiano, número dos mundial, perdió ayer en la primera ronda de Wimbledon y unió su nombre al del español Manuel Santana (1967) al ser el segundo campeón de la historia del torneo que pierde tan pronto en su defensa del título.
Sin embargo, lo más exasperante para el australiano es que su derrota le llegó de la forma más inesperada. Hewitt, de 22 años, perdió frente al croata Ivo Karlovic, cuya clasificación mundial está por encima del 200º (203º en concreto), por 1-6, 7-6 (7-5), 6-3, 6-4. El ex número uno nunca había perdido contra un jugador con un ranking tan bajo. Al desastre de no poder defender su título londinense, se unirá la pérdida de más de 1.000 puntos en su clasificación mundial, lo que le supondrá ceder, al menos, dos plazas en la lista mundial.
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"Si echo un vistazo atrás, probablemente voy a descubrir dónde me equivoqué y qué puedo hacer para mejorar el futuro de mi carrera", explicó Hewitt tras la derrota. "Sólo sabía que mi rival sacaba muy bien, pero no le había visto nunca jugar, ni siquiera andar por las canchas de tenis. Sin embargo, creo que en los próximos días lamentaré más todavía esta derrota".
Desde que Hewitt ganó el torneo de Wimbledon el año pasado, su carrera pareció dar un vuelco espectacular. Al margen de los problemas que sigue teniendo con los periodistas de su país, con los que apenas se habla, mantiene vivo un litigio jurídico con la ATP por una multa que le impusieron por no acudir a una conferencia de prensa. Y hace unas semanas despidió a su último entrenador, su compatriota Jason Stoltenberg. La relación entre el jugador y el técnico se fue deteriorando básicamente por el roce con la familia de Hewitt, cada vez más implicada en su carrera tenística. Ahora, el australiano viaja sólo con el preparador físico, Roger Rasheed.
Karlovic, un gigante de 2,08 metros y 24 años, disputa en Wimbledon su segundo torneo del circuito de esta temporada. Aunque ayer conectó 18 aces y 59 puntos de saque, es un tenista que se mueve aún en los torneos challengers. "Goran [Ivani-sevic] me ha felicitado", dijo aún emocionado por el hecho de que su ídolo de la infancia le llamara. "Le considero como un dios".
La jornada resultó muy positiva para el tenis español que vivió el debut de Rafael Nadal, de 16 años, Tommy Robredo y Feliciano López, los tres victoriosos. El mallorquín se impuso al sacador croata Mario Ancic, tras cederle la segunda manga. En el cuadro femenino, Conchita Martínez Granados y Magüi Serna pasaron a la segunda ronda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de junio de 2003