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Se agrava la crisis de Perú con la renuncia de todo el Gobierno

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, cuya popularidad ha descendido hasta apenas el 11%, se enfrenta a una nueva crisis tras la dimisión ayer de todo su Gabinete. Toledo intentaba anoche convencer a una figura política de consenso y de gran prestigio, como Luis Bedoya Reyes, fundador del Partido Popular Cristiano, de que aceptase ser el nuevo jefe de Gobierno.

Perú se encuentra sumido en una profunda crisis social, que llevó al presidente a declarar el estado de emergencia para frenar la oleada de huelgas y movilizaciones. En medios políticos se da por supuesto que si Bedoya, de 84 años, acepta el cargo -u otro político de sus características-, Toledo tendrá que asumir el convertirse en una figura decorativa, alejada de las funciones reales de gobierno. El presidente peruano es abrumadoramente rechazado por la población, en especial por la de menores ingresos, donde sólo consigue un respaldo del 5%.

El primer ministro, Luis Solari, anunció la renuncia del todo el Gabinete en la mañana de ayer. En medios políticos se asegura que el cambio será total y que del actual Gabinete sólo será ratificado el ministro de Vivienda, Carlos Bruce.

La mayoría de analistas coincide en la necesidad de un golpe de timón en el estilo del Gobierno que devuelva a los peruanos la esperanza para preservar así la democracia en el país andino.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de junio de 2003