El verano ya ha dado el primer susto del año en forma de fuego forestal. Esperemos que nuestros bosques, tan escasos y amenazados en estas últimas décadas, puedan salvarse de algunos indiscriminados que pretenden favores urbanísticos a golpe de fuego.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de junio de 2003