Dos centenares de niños que viven en un radio de 40 kilómetros de la antigua central nuclear de Chernóbil (Ucrania), que sufrió un accidente en 1996, llegaron ayer para pasar el verano en familias valencianas. La mayoría de los chavales, de entre tres y 17 años, viven en orfanatos y el resto con familias "muy necesitadas", según Clara Arnal, portavoz de la asociación Ucrania 2000, que organiza las acogidas junto a la entidad Fem Futur de Torrent.
Arnal destaca que la mayoría de los menores repiten cada año con sus familias, de forma que se establecen importantes vínculos afectivos de los que carecen en su país. Además, aprovechan su estancia en familias valencianas para realizar revisiones médicas y tratarse de los problemas de salud que tienen, no tanto relacionados directamente con la catástrofe nuclear, sino con las malas condiciones de salud y alimentación que padecen en su país. "Llegan con importantes carencias de vitaminas, minerales como el hierro o yodo, razón por la cual es tan beneficioso que pasen dos meses en el Mediterráneo". Ucrania 2000 ha gestionado 1.600 acogidas desde 1996, aunque, como comenta Arnal, faltarían más familias para potenciar las acogidas de más chavales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de junio de 2003