El ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, cesó ayer de manera fulminante a Eric Delzant, prefecto (gobernador civil) de la parte norte de la isla de Córcega. La decisión del ministro se produjo después de su accidentado viaje de fin de semana en Bastia. Sarkozy, junto con el primer ministro Raffarin, debían intervenir en una reunión política destinada a exponer ante los militantes de la UMP (Unión para una Mayoría Presidencial) las razones por las que votar sí en el referéndum del próximo 6 de julio, consulta popular sobre la conveniencia o no de ampliar las atribuciones administrativas y políticas de los insulares. Un grupo de personas, contrarias a ese sí que se les antoja una concesión a los nacionalistas y contrarias también a la reforma de la legislación relativa a las pensiones de jubilación, ocupó el local reservado para el mitin y Raffarin y Sarkozy tuvieron que hablar, subidos a unas sillas de plástico y sin micrófono, ante una audiencia de apenas 200 personas.
Los sondeos hablan estas últimas semanas de una inesperada progresión del no y Sarkozy parece haber elegido a Delzant como chivo expiatorio de ese aumento sorprendente del número de corsos que no desean más autonomía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de junio de 2003