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El Barça desea retener a Kluivert

El jugador reacio a rebajar su ficha, superior a seis millones de euros

El Barça de Joan Laporta no quiere perder a Patrick Kluivert, el futbolista más luminoso del Camp Nou y el único que cobra una ficha de seis millones de euros. La junta quiere convencer al delantero, ya de vacaciones, para que acceda a reducir sus ingresos. Pero el holandés, de momento, no está por la labor y ha recurrido al silencio como mejor forma de presión. Sigi Lens, su agente, sólo está dispuesto a sentarse a negociar el próximo martes, cuando falten sólo 24 horas para que entre en vigor la nueva situación contractual del jugador. La junta tiene de plazo hasta el miércoles para ejecutar unilateralmente una cláusula del contrato de Kluivert que le permite rebajarle la ficha a cambio de reducirle su cláusula de rescisión hasta 1,8 millones de euros. El Barça quizá intuyó anoche que corría el serio riesgo de perder a Kluivert, y Sandro Rosell, el vicepresidente deportivo, deslizó de manera algo sorprendente que su continuidad no dependía de retocar su ficha.

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La situación de la junta es delicada porque está atada de pies y manos: ha entendido el mensaje de Lens y no ignora que aplicar la cláusula de rescisión implicaría regalar el jugador. Y algo más: no lo quiere perder porque no daría en el mercado con otro jugador de su talento. Pero tampoco quiere hacer excepciones. El Barça es prisionero de una deuda de más de 200 millones de euros. El primer damnificado fue Frank de Boer, despedido el lunes, y Philippe Cocu se ha tomado unos días de reflexión para aceptar o no la rebaja de su ficha. Frank Rijkaard, el nuevo técnico, cobrará un millón de euros, mientras que Guus Hiddink pedía tres.

El conflicto tiene su origen en la enrevesada renovación que firmó Kluivert hace dos años con Joan Gaspart. La economía ya pesaba y el ex presidente buscó una fórmula para liberarse del jugador por si no podía costearle la ficha. La junta debía comunicarle si ejecutaba la cláusula en un sentido u otro antes del 15 de mayo, justo cuando el Barça estaba inmerso en el proceso electoral. Kluivert, en un gesto interpretado como voluntad de continuar, aceptó alargar el plazo hasta 10 días después de la toma de posesión del nuevo presidente. Txiki Begiristain, secretario deportivo, subrayó que el club desea que Kluivert continúe. "Contamos con él. Tiene un contrato y lo respetaremos, pero debemostomar una decisión. Hay una cláusula que molesta. Veremos cómo lo resolvemos", dijo con una significativa mueca.

El delantero ya avisó hace meses de que podía ser muy comprensivo, pero que a nadie le agrada que le bajen el sueldo. El Barça ha perdido a un crack por año y Laporta, tras no poder contratar a Beckham, se arriesga a seguir en esa dinámica. En 2000 se fue Figo; en 2001, Guardiola, y en 2002, Rivaldo se largó gratis al Milan porque el club no podía costearle su ficha -al margen de su enemistad con Louis van Gaal. Como todos los veranos, Kluivert vuelve a tener su futuro en el aire al ser el único azulgrana cotizado en Europa y que podía ayudar a aligerar las arcas. Su hipotética marcha este año, sin embargo, no comportará ningún ingreso extraordinario.

Elogiado por Rijkaard, Kluivert provoca pasiones encontradas en el Camp Nou: la mitad aprecia su toque y su visión de juego, y la otra le reprocha su falta de puntería. Kluivert ha marcado en la Liga que acaba de finalizar 16 goles, una cifra muy similar a las de sus otras cuatro temporadas (15, 15, 18 y 18). Al Barça no le han faltado sus goles, sino los que garantizaba Rivaldo

en el pasado. La junta directiva, en cualquier caso, anunció que recurrirá contra la sanción de cuatro partidos impuesta a Kluivert por el Comité de Competición por su agresión a Ángel, del Celta, castigado con uno.

Al margen de Kluivert, el Barça tiene dos casos urgentes: anunciar si paga el traspaso que reclaman el Lazio por Mendieta y el Cruzeiro por Sorín, ambos cedidos. "La decisión está tomada", dijo Begiristain que no pudo ponerse en contacto con sus agentes. No revelará su postura hasta hablar con los afectados. Todo apunta a que el centrocampista y el lateral dejarán el Barça. Por el contrario, el secretario técnico admitió que el Barça está interesado en Aymar y Ayala (Valencia) y Márquez (Mónaco). "Pero nuestra posición no nos permite ir con demasiada fuerza. Este proceso será duro por el mercado. La economía está complicada".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de junio de 2003