Cierto es que aparcar en el centro de Madrid supone un reto, pero no por ello el Ayuntamiento se puede sentir capacitado para imponer normas que arruinen a los ciudadanos. Las famosas zona verde y zona azul son un pozo sin fondo para los que como yo tenemos que movernos por la capital de un lado para otro. No basta con dejar el papelito en el coche , previo pago de 1,20 euros para estacionar una hora, sino que, además de eso, el retraso en 10 minutos en la retirada del coche te deja como regalo una multa de unos 36 euros. Pongo las pesetas porque creo que quien puso estos precios piensa que los euros los regalan. No sé cómo han instruido de bien a estos multeros (perdón, controladores), que resultan tan implacables como el propio John Wayne por las tierras de Texas.
Es una pena ver lo bien que tenemos controlados los coches y lo mal que controlan nuestra seguridad. Mejor que se preocupen de tener a estos señores tan eficaces vigilando las calles de asesinos, ladrones, violadores y otras lindezas que campan por las calles de Madrid.
¿Dónde estaríamos ahora si el bueno de John Wayne hubiera dedicado su tiempo a multar caballos mal aparcados en vez de luchar contra los forajidos? Déjenos y ayúdenos a vivir tranquilos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de junio de 2003