Hay que lamentar profundamente la decisión del flamante nuevo alcalde de Madrid, prohibiendo a los jugadores campeones el asalto a la Cibeles para colocar una bufanda con sus colores.
¿Quién es el alcalde de Madrid para prohibir algo a estas estrellas rutilantes? ¿Desde cuándo alguien dicta el comportamiento de estos ricos caprichosos? ¿Por qué les rompen la ilusión a estos niñatos consentidos?
Por favor, reconozcamos sus méritos, postrémonos todos a sus pies, organicemos actos de desagravio. Esto no puede quedar así. Abramos la Cibeles, pongamos toda la ciudad a su disposición. Dejemos que hagan realidad sus sueños megalómanos. ¡Gloria a los campeones!-Así está nuestro país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de junio de 2003