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La FIFA multa a Ortega con 9,5 millones

El ex valencianista incumplió su contrato con el Fenerbahce, turco

La FIFA suspendió ayer al futbolista argentino Ariel Ortega, de 29 años, ex jugador del River Plate, argentino, y del Valencia, entre otros equipos, hasta el 30 de diciembre de 2003 por incumplimiento unilateral de su contrato con el Fenerbahce y le impuso además la obligación de indemnizar al club turco con 9,5 millones de euros. Juan Berrós, su representante, advirtió que recurrirán la sanción.

"Yo le dí la noticia. Anoche recibí una copia del fallo y le llamé por teléfono. No éramos muy optimistas porque ya había sido inhabilitado cuatelarmente, pero no esperábamos algo tan duro. Se quedó muerto", dijo Berrós; "no quiere hablar con nadie". Según sus abogados, Ortega puede justificar su decisión porque el club turco fue el que primero que incumplió algunas de las condiciones del compromiso firmado con él.

Ortega, conocido popularmente como El Burrito, heredó la camiseta número 10 de Maradona en la selección argentina y es todavía uno de los ídolos del River, el club en el que debutó en la Primera División y con el que conquistó varias Ligas y títulos internacionales.

El Fenerbahce pagó al River 7.500.000 dólares por Ortega en julio de 2002, de los que debe todavía 450.000, y firmó con el jugador un contrato que vence en junio de este año. El club le pagó a Ortega la mitad de ese contrato: 4.500.000 dólares. Pero en diciembre el jugador adelantó una semana su regreso a Buenos Aires porque supuestamente estaba lesionado y quería aprovechar sus vacaciones para recuperarse en su país. Luego, regresó a Turquía el 11 de enero, pero la situación ya era "insostenible", según su representante.

"Los dirigentes sabían que Ariel estaba muy molesto porque no habían cumplido con nada de lo que le prometieron. Según ellos iban a argentinizar el equipo. Llevarían otros dos jugadores argentinos, y terminaron comprando a un yugoslavo, un ruso y un entrenador alemán. Cualquiera que conozca a Ortega sabe que más temprano que tarde se iba a sentir mal. Tenía problemas con el técnico y ya cuando vino en diciembre fue difícil convencerlo para que regresara. En enero sucedieron algunas cosas muy raras. Estaba concentrado con otros 20 jugadores, comía lo mismo que ellos y sufrió tres días seguidos de diarrea sin que el médico se preocupara por su caso. Nada parecía casual. Una persona cercana a los directivos le advirtió: 'Cuídate, quieren hacerte daño".

Desesperado por regresar al River, el único club en el que dice haber sido feliz, Ortega aprovechó la convocatoria del entrenador Marcelo Bielsa para disputar un amistoso con Argentina en Holanda, el 11 de febrero, y al día siguiente cambió el billete de avión de retorno a Estambul por otro con destino a Buenos Aires. Los directivos del River iniciaron una negociación con los representantes del Fenerbahce, pero la devaluación del peso argentino frente al dólar impidió que se pudiera realizar una oferta conveniente para todas las partes. El presidente del River, José María Aguilar, recuerda: "Ellos querían recuperar el total del dinero que habían pagado y eso era imposible".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2003