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FÚTBOL | Tragedia en el estadio

Blatter: "Estoy conmocionado, pero el fútbol debe continuar"

"Estoy conmocionado" por la muerte del jugador camerunés Marc-Vivien Foé, confesó el presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, pero de inmediato advirtió: "El fútbol, el juego, el espectáculo..., deben continuar". Era una alusión a la terminación normal de la Copa de las Confederaciones, cuya final debería disputarse el domingo en el estadio de Saint Denis, de París, entre Francia y precisamente Camerún. El presidente del comité organizador, el francés Chuck Blazzer, se limitó a comentar que se sentía en estado de shock. Ni Blatter ni él hicieron mención en momento alguno a los posibles perjuicios económicos, por la publicidad contratada y las retransmisiones televisivas, que una suspensión del evento podría provocar.

Los responsables de la selección africana se encontraban, mientras tanto, desolados. La muerte súbita de Foé los mantenía conmocionados junto a los técnicos y los demás jugadores. Lo único que comentaban era que querían, que necesitaban, saber cuanto antes la causa de su fallecimiento. Sobre la posibilidad de no presentarse en la final guardaban un prudente silencio. Un portavoz apenas dijo: "Éste es un momento muy triste para nosotros". Al respecto, Blatter se dirigió enseguida al presidente de la Confederación Africana, Issa Hayatou.

Los servicios médicos de la FIFA defendieron en todo momento la intervención llevada a cabo sobre el césped y en las instalaciones del estadio para intentar recuperar a Foé. "Se encontraba rebosante de salud. Cuando se le estaba tratando de reanimar, su tensión era de 12 y 8", indicó Hedi Hamel, jefe de prensa del máximo organismo futbolístico mundial; "también había pasado un reconocimiento el día antes del encuentro y no se había detectado nada anormal". Todo queda pendiente ahora de lo que dictamine la autopsia de Foé.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de junio de 2003